Digo que al fin llegamos porque de la forma en que empezó el fin de semana, tenía toda la pinta de que no iríamos. Todo se nos puso en contra nuestra: el tiempo, el coche y encima yo con anginas... Aún enferma, yo no quería perderme el fin de semana planeado. A la mañana siguiente, al ir a buscar el coche nos dicen que no nos lo pueden dar porque éramos menores de 30 años (el coche era de siete plazas), ya nos lo podían haber dicho al hacer la reserva! Como éramos seis personas, miramos de alquilar dos coches, pero salía muy caro. Pensamos en coger un autocar e ir a Edinburgo, pero lloviendo a mares como estaba nos volvimos para casa, sin coche y sin viaje. Entonces pensamos en comprar billetes de autocar y pasar el domingo en Edinburgo. Más vale eso que nada! Así que el domingo llegamos! Por fin! Y hacía sol! Mirando el lado positivo, tuve un día más para quedarme en casa y curarme de mis anginas...
Sinceramente es una ciudad digna de ver. Es preciosa! Aunque merece la pena quedarse unos días más. Visitamos el castillo, dimos una vuelta por el centro y comimos Baked potatoes. Seis horas de autocar entre ida y vuelta en un mismo día, pero nos teníamos que quitar la espina del día anterior. Había gente disfrazada de Braveheart y William Wallace, eso parecía las Ramblas de Barcelona. Volveré mínimo una vez más en julio y estaré más de un día! :-D
Nos vemos muy pronto!!! Besos a todos!!
